Como no empezar esta serie de artículos hablando de la Inteligencia Artificial (a partir de ahora le llamaremos IA). Todo el mundo lo hace. Y si lo hacen por algo será.
Actualmente la IA, y los múltiples servicios que la permiten aplicar, se ha convertido en una fuerza impulsora de la transformación de las empresas, tanto las más tecnológicas como las menos dadas a implantar tecnología. Ya se está aplicando IA en la automatización y optimización de procesos, hasta la mejora de la experiencia del cliente. Pero empecemos por el principio, ¿qué es la IA?
¿Qué es la Inteligencia Artificial?
La IA se refiere a la capacidad de las máquinas para realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana. Estas tareas abarcan desde el reconocimiento de patrones y el procesamiento del lenguaje natural hasta la toma de decisiones basada en datos.
¿Las máquinas realmente piensan y razonan?
No, obviamente no. Bueno lo de obviamente en unos años seguro que no es así, pero no, de momento ni piensan ni razonan. Todos los servicios de IA se basan en algoritmos y modelos que aprenden de los datos, lo que les permite mejorar su rendimiento con el tiempo y adaptarse a situaciones cambiantes. Lo que los hace parecer inteligentes es el hecho que aprenden continuamente de los datos y en el caso de toma de decisiones, de los resultados que estos obtienen.
¿Dónde puedo aplicar IA?
Aquí saco la respuesta de manual que cualquier artículo de IA describe. Podemos, y de hecho ya es muy habitual que se apliquen, en:
1. Automatización de procesos
La IA puede agilizar y optimizar los procesos internos, lo que lleva a una mayor eficiencia y reducción de costos. Por ejemplo, en el sector manufacturero, la automatización de tareas repetitivas y monótonas puede liberar a los empleados para que se enfoquen en actividades más estratégicas y creativas.
2. Personalización de la experiencia del cliente
La IA puede analizar datos para comprender mejor las preferencias y necesidades de los clientes. Esto permite ofrecer experiencias más personalizadas y relevantes, incluso en negocios como tiendas minoristas o restaurantes, donde la atención individualizada puede marcar la diferencia en la fidelización de los clientes.
3. Toma de decisiones informadas
La IA puede analizar grandes volúmenes de datos y extraer información valiosa para la toma de decisiones. Esto es especialmente relevante para empresas que enfrentan decisiones estratégicas importantes, como la expansión de ubicaciones o la introducción de nuevos productos.
4. Optimización de inventario y suministros
En sectores como la agricultura o el comercio minorista, la IA puede prever la demanda y ayudar a optimizar los niveles de inventario y los procesos de suministro, evitando excedentes y escaseces.
5. Mantenimiento predictivo
En la industria de la construcción o en la gestión de flotas, la IA puede predecir cuándo es probable que se produzcan fallas en equipos, lo que permite llevar a cabo mantenimientos preventivos y reducir los tiempos de inactividad.
6. Análisis de competencia y mercado
La IA puede rastrear y analizar la actividad de la competencia y las tendencias del mercado, proporcionando a las empresas información valiosa para ajustar su estrategia comercial.
¡Claro, esto solo está al alcance de unos pocos! Ejemplo práctico
Aquí es dónde te demuestro que no. Que lo tenemos al alcance de todos. Y te lo cuento con un caso real que hemos desarrollado en SinzerAD.
En SinzerAD llevamos muchos años implantando soluciones de gestión documental. A grandes rasgos, estas soluciones permiten a las empresas (pequeñas o grandes porqué seguro que ya estás pagando una licencia – por ejemplo Microsoft 365 – que lo permite hacer) tener la documentación debidamente catalogada y con metadatos que permitan encontrarla fácilmente o explotar los datos que en el documento se mencionan.
Así pues, lo habitual en estas gestiones documentales es subir el documento y una persona clasifica (dice que tipo de documento es: factura, albarán, contrato, …) y rellena una serie de campos adicionales (el código, el cliente, el importe, ….). Es una tarea mecánica, que aporta poco (más que orden y control) pero que tranquilamente puede llevar a esta persona 2 o 3 minutos (busca el documento, súbelo, mira los datos, escribe…). ¿Porqué no aplicamos IA en esto? Os lo demuestro con el GPT, aunque hay cientos de servicios parecidos que utilizar.
Tengo una factura (ficticia obviamente), esta:
Le pido al GPT que me extraiga los campos que me interesan:
prompt gpt
Le pasamos la factura y magia:
E incluso lo puede dar en formato máquina (JSON):
Esto automatizado en un proceso (muy simple) utilizando la API (interfície máquina para que interactuen los diferentes sistemas) haría que estos datos se escribiesen automáticamente en la gestión documental.
Vale, y ¿cuánto cuesta esto?
Teniendo en cuenta que seguro que ya estás pagando licencias de algún servicio que incluye servicios de automatización (Microsoft 365 los incluye…) el coste de procesar 1 factura como la que hemos visto por el GPT seria de aproximadamente de $0.0015 por cada 1000 tokens y $0.002 por los textos que nos generan… vamos que procesar una factura como la que hemos visto puede salirnos por menos de 1 céntimo de euro.
¿Cuánto cuesta procesar esto por una persona? Es evidente que mucho más… y con más índice de error.
¡¡La IA nos quitará el trabajo!!
No, la IA no nos quitará el trabajo. Siempre digo que somos personas, ¡no robots! ¿Qué interés tiene dedicar personas a picar y repicar datos? ¡Si sabemos pensar! Pues, ¡pensemos! Dediquemos a las personas a hacer lo que mejor sabemos hacer, relacionarnos con clientes, con proveedores, negociar, pensar nuevos productos, servicios!! Y no a copiar datos mecánicamente. ¡Que lo haga un robot!
Espero que este artículo os haya mostrado como aplicar IA en pequeños procesos de negocio y romperos el mito que esto está al alcance de pocos.
Recordad que en SinzerAD estamos para ayudaros en el proceso de transformación digital de vuestra empresa, buscando siempre la mejor solución.