Quienes me conocen saben que no soy muy dado a publicar mis pensamientos e ideas en las redes, aunque me gusta compartirlos y debatirlos en un buen encuentro con colaboradores, clientes y amigos.
Como decía Gandhi, para cambiar el mundo debes cambiarte tú primero, y eso es lo que empezaré a hacer. Me he propuesto publicar un artículo semanalmente para aportar algo de luz a esto que los expertos en marketing han llamado «transformación digital».
Todo el mundo habla, se crean agencias de los gobiernos para fomentarla, se conceden subvenciones… pero… ¿por qué es tan importante? ¿Qué me aporta? Y lo que quizá sea más relevante y poca gente aporta claridad sobre el tema… ¿por dónde empiezo?
¿Por qué es tan importante?
La transformación digital es la integración de tecnología digital en todas las áreas de una empresa, cambiando fundamentalmente la forma en la que opera y proporciona valor a sus clientes. También supone un cambio cultural que requiere que las organizaciones desafíen constantemente el status quo, experimenten y se sientan cómodos con el fracaso.
La transformación digital puede acarrear la reelaboración de los productos, procesos y estrategias dentro de la organización mediante el aprovechamiento de la tecnología digital.
Como tal, la transformación digital requiere un análisis y reinvención de la mayoría, si no de todas las áreas dentro de la organización, su cadena de suministro y flujo de trabajo, las habilidades de sus empleados, así como procesos de discusión en nivel de junta directiva, interacciones con clientes y su valor para las partes interesadas.
La transformación digital ayuda a una organización a seguir el ritmo de las demandas emergentes de los clientes, manteniéndolas en el futuro. La transformación digital permite que las organizaciones competen mejor en un entorno económico que cambia constantemente a medida que la tecnología evoluciona. Con este objetivo, la transformación digital es necesaria para cualquier empresa, organización sin ánimo de lucro o institución que busque sobrevivir en el futuro.
¿Qué me aporta?
Adaptabilidad y agilidad, como dice una persona muy sabia que conozco, no es el pez grande quien se come al pequeño, sino el rápido al lento.
Si conseguimos una transformación digital exitosa en nuestra empresa, podremos centrar a nuestros empleados en los procesos clave de la empresa y no en entrar datos, revisar datos, las tareas repetitivas y de poco valor que las realicen las máquinas.
Centramos los esfuerzos humanos (más inteligentes a priori) en escuchar a los clientes y empleados, adaptar nuestra oferta de productos y servicios a sus necesidades y, en definitiva, aportar mucho más valor al mercado.
Las organizaciones pesadas, muy manuales y rudimentarias, emplean grandes esfuerzos en ejecutar procesos manuales, copiar y entrar datos, por qué no dedicar máquinas a estas tareas sin valor y usar la inteligencia de las personas para centrarlas en lo que realmente es importante? ¡Dediquémonos a los clientes!
¿Por dónde empiezo?
Cuando un cliente me pregunta «Juan, eso que me dices está muy bien, pero… por dónde empiezo,» siempre le digo que empiece por los procesos que tengan un impacto mayor en los clientes. Mejora estos procesos, sean los que sean, y sobre todo, tómatelo con mucha calma. Es un proceso de transformación, no sólo tecnología por tecnología, y si algo es complicado, es cambiar a las personas y su manera de hacer las cosas.
La transformación digital es cómo comerse un elefante. No sólo un elefante, sino un elefante en movimiento, que va cambiando (la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso), por lo que debemos comerlo poco a poco y adaptarnos a las distintas soluciones y tecnologías que aparecen.
Os invito a seguir leyendo el resto de artículos que iré publicando sobre la transformación digital, sistemas, palabras técnicas que escuchamos y no sabemos cómo implementar, cómo abordar los cambios dentro de la empresa.
Con estos artículos os quiero demostrar que está al alcance de todos y, con un poco de creatividad, podemos transformar la forma en que hacemos las cosas, para cambiar cómo nos relacionamos con los clientes, empleados y proveedores y dar la vuelta a nuestros negocios por ser más eficientes, de mayor valor y, por tanto, más propensos al éxito.
Y esto es a lo que nos dedicamos a SinzerAD, a resolver los problemas que nos plantean los clientes, desde una perspectiva humana y buscando siempre el mayor retorno. Pero está claro que sólo podremos transformar si todos los miembros de la empresa tienen esa visión.
